martes, 18 de febrero de 2014

CAPÍTULO II:

Miércoles 13 de febrero

¡Estoy muy contenta! Izan me ha mirado en clase y me ha sonreído...., no pude parar de sonreír en toda la hora de Naturales, y cosa que es muy rara. En clase, he conocido más a algunas compañeras; hay una que me ha caído muy bien, se llama Leire. Es amable, cariñosa y muy extrovertida; la conocí por un trabajo de Lengua, en el cual teníamos que hacer un cartel convincente para anunciar algún producto.


Ya se fue toda la alegría, toda la ilusión, toda la felicidad. Nada más llegar a mi casa, mis padres me empezaron a decir que soy una inútil, que no sirvo para nada. Me dieron ganas de coger un montón de pastillas y tragármelas a la vez y acabar ya con el mal rollo que había entre mis padres y yo; pero no lo hice, porque pensé en su sonrisa, en sus ojos, en él; y en que mañana será otro día, que vería a Leire y que seguramente, si la cuento todo esto, ella me entenderá y me apoyará. Al fin he encontrado una amiga de verdad. 



Jueves 14 de febrero

Sin duda mis días no podrían mejorar. En el recreo Izan me ha dicho que si podía hablar con él, y yo, encantada, he asentido. Se lo conté todo a Leire y me dijo que estaría un poco más lejos observándonos para ver si todo iba bien; hasta hicimos unos signos especiales: si había un silencio incómodo, me colocaría el pelo y así, ella vendrá a acoplarse y a romper el hielo. 
La verdad es que todo salió como la seda. Hablamos de cosas varias, como la música o el arte; lo que más me chocó, es que al final me dijo que lo habíamos pasado bien y que si me apetecía quedar el sábado. Le dije que sí inmediatamente, quién no. La mayoría de chicas están por él, bueno, estamos.

Luego, en clase, sentí que me miraban mal, miré hacia mi derecha y ahí estaban Valeria, Camila y Lucy cuchicheando sobre mí. No me extrañó nada, suelo ser la hazmereír por mis errores, cosa que no veo muy lógica. Pero ni ellas, ni nadie, me quitarán la alegría de encima.





Viernes 15 de febrero

Hoy había excursión al Planetario. Nada más llegar y sentarme se acercó Izan y me susurró dulcemente al oído si se podía sentar, claramente, asentí.
No sé ni como ocurrió, pero estábamos de la mano, con los dedos entrelazados. Siempre soñé ese momento.
Al salir del instituto, le conté a Leire todo, absolutamente TODO; y me dijo que creía que estaba por mí. Me lo estoy empezando a creer, ¿por qué si no me habría dado la mano? Eso no lo hace cualquiera.


Izan es un falso. Cuando llegué a mi casa vi un mensaje de WhatsApp de Valeria y decía:

     - Hola amor, ¿que tal todo? Espero que bien. Bueno a lo que iba que no te hagas ilusiones con Izan, estamos juntos. Mira esta foto. Besa tan bien..., que pena que no lo puedas probar.
Bueno, que pases un buena tarde :)

Menuda está hecha la tía, bueno y el otro ni te cuento. ¿Cómo se lo ocurre hacerme ilusiones para luego que esté saliendo con esa? Y esa foto no parece estar hecha con Photoshop... No quiero que me vuelva a hablar en la vida!


Sé que me hice una promesa pero... no pude evitarlo. Estaba tan furiosa que rompí una taza contra el suelo, y con un trozo de cerámica se me pasó por la cabeza autolesionarme; pero la tiré al suelo y simplemente me arañé fuerte. No ha quedado marca, y seguro que mañana con una sonrisa falsa Leire no lo nota. 


















No hay comentarios:

Publicar un comentario