CÁPITULO IV
Sábado 18 de febrero
Vale, ya estamos en el autobús, me ha tocado al lado del que huele mal, perece que no tiene ducha o gel.
Nos quedan 5 horas para llegar, me mareo con tan mal olor.
Izan está detrás mío, porque yo soy el número 13 y él el 14.
No puedo con esta peste, aún faltan 3 horas. ¿Y si finjo que me mareo y me ponen delante? Pero Izan estaría lejos de mí, no merece la pena...
¡Venga, solo media hora más y estaremos fuera! Al menos hace frío y no suda, porque si no.. ya me habría muerto del mal olor.
Cada vez le tengo más asco a Valeria, no para de mirar a Izan con ojos de verdadera... verdadera... víbora. Ya me estoy hartando, pero no sé si decirla que ya me he enterado, o dejarla para ver hasta donde llega...